jueves, 17 de marzo de 2011

UN POCO DE HISTORIA E IDEAS

Aquel sábado de Ovett

Una mirada al pasado. La memoria acude al rescate de vez en cuando, al rescate de épocas inolvidables del atletismo. Mi época favorita, los años de Sebastian Coe y Steve Ovett, dos atletas que nos encogieron el alma, hace mucho, mucho tiempo.A pesar de su coincidencia geográfica y temporal, Coe y Ovett eran muy diferentes. Ovett era un atleta de origen obrero en Brighton (sus padres tenían un puesto en el mercado), muy independiente, de entrenamiento natural y poco amigo de luchar contra el cronómetro: lo suyo era disfrutar en la pista y ganar carreras con su gran velocidad final.Coe era diferente. Hijo de un alto directivo de una compañía de acero de Sheffield (su padre fue siempre su entrenador), siempre era diplomático y agradable en el trato con todos. Se entrenaba con una disciplina tremenda y, aunque también disponía de un gran cambio de ritmo, se hizo famoso por perseguir y batir records mundiales en 800, 1000, 1500 y la milla.
Un cambio de opinión. Una de mis anécdotas favoritas del atletismo la protagonizó Ovett un sábado de 1977. Para poner las cosas en perspectiva, conviene recordar que el joven de Brighton tenía sólo 21 años y había sido quinto el año anterior en los 800 metros de los Juegos Olímpicos de Montreal. Aquel sábado, Ovett debía correr una prueba de 1.000 metros en Edimburgo. Pero perdió el avión que debía llevarlo a tierras escocesas. Siempre un espíritu tranquilo, el genial Steve ni se inmutó. Se volvió para Brighton.Allí, Matt Paterson, su inseparable compañero de entrenamientos, le pidió un favor. Matt debía correr una media maratón esa tarde en Dartford.-¿Por qué no me llevas en coche? Así estaré más tranquilo.-De acuerdo.Los dos amigos se pusieron en marcha. Mientras llegaban, Ovett decide que también va a inscribirse en la carrera.-Matt, voy a pedir unas zapatillas, me inscribo en la carrera y te acompaño. Puedo hacer diez o doce kilómetros contigo.-Genial. Me vendrá muy bien.El final de la anécdota, la demostración de que Ovett era un corredor genial, instintivo, hasta caprichoso, está ya en la historia del atletismo inglés. Ovett tomó la salida, se colocó cerca de la cabeza, se vió cómodo, cruzó el kilómetro diez, siguió sintiéndose muy a gusto ... ¡y ganó la carrera con un minuto de diferencia! Su crono, 1h05:38, sin preparación específica, muestra su tremenda clase como atleta, un crono increíble para un atleta de 800 metros. Y explica también el espíritu de aquel atletismo. Un espíritu, alegre, flexible, que hoy en día vive, sobre todo, en los corredores populares.
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Me he permitido el lujo de robar esta magnífica historia contada por Ignacio Romo del blog de corricolari, ya que expresa perfectamente uno de mis principios e ideales en esto de correr, cuando uno esta en forma corre en todo y bien. Magnífica historia.

8 comentarios:

  1. Bonita historia, con un entrenamiento base hasta los populares podemos estar más o menso preparados para todo, eso sí, entrenando todo el año con constancia y sin altibajos.

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  2. Mi mejor año fue el 2004, batí mis marcas de 800,1500,3000,5000, 10km, y media maratón, cada distancia que corrí a lo largo del año. Curiosamente la del 3000 y medio maratón fue en el espacio de unas 2 o 3 semanas.
    Hay que aprovechar la ocasión.

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  3. buenisima historia, me ha encantado.

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  4. Es que el que tiene clase, la tiene y punto pelota, yo era joven pero si me acuerdo ver por la tele a Coe, Ovett y Cram que de vez en cuando se peleaban con JL González y Abascal, luego recuerdo a Aouita ( creo que se escribe así... ) Morcelli...habia tambien un italiano y un aleman que no recuerdo... si, era otro atletismo quizás.. no sé , ni mejor ni peor supongo, solo distinto. Un saludo David y enhorabuena por tu marca en Murcia ¿ cuál va a ser tu próximo reto ?.

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  5. Llevas razon,cuando se anda bien se anda en todo ,como tu dices hay que correlo todo.UN ABRAZO.

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  6. Sí que la lei en corricolari y me encantó. Muy buena elección!!!

    Un abrazo

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