lunes, 16 de junio de 2014

10 KM LOBOSILLO.

Mándame en un sobre 
tu sonrisa rota, 
rápido, García, 
yo te la compongo. 
Se reparan botas, 
bolsos de cuero y alpargatas, 
canastos de mimbre, 
diademas de borlas. 

Que no hay nada más, 
que no hay nada más 
mientras nuestros labios se quieran besar. (BIS*) 

Que no hay nada más 
mientras nuestras bocas se quieran besar. 

Con nieve de nardo 
yo te la remiendo, 
con tela del aspa 
de un molino viejo, 
con polvo del brillo 
de un trozo de espejo, 
con el rabo blanco 
de un gato perplejo. 

Tras unas semanas un poco sin rumbo, he cambiado la estrategia y tras replantear la situación, mí prioridad es recuperarme bien de las molestias en el glúteo-isquio que me llevan martirizando. Así que mí idea es buscar una mejora, buscando  meter sesiones de gimnasio y unas plantillas. Para conseguir ese disfrute a la hora de hacer deporte y entrenar día a día.



Con esta nueva ilusión e idea me acerque a los 10 km de Lobosillo, sabiendo lo que no me iba a venir bien, es decir salir a cuchillo y darlo todo desde el km 0 hasta el 10 km. Sabia que una carrera a ritmo majo me iba a venir bien para sumar un buen entreno y poder seguir trabajando en la recuperación total. Así que me dedique a hacer esto, nada de presión ni obsesiones. Carrera con la familia para que corrieran los pequeños, después buen calentamiento con los Fondistas de Alcantarilla y a correr y disfrutar. Quizás por este cúmulo de circunstancias y relax mental, en el calentamiento apenas notaba molestias y en carrera también muy cómodo. 



La carrera en si, estuvo marcada por el calor que nos pegaba, típico murciano, que te hace llevar un ritmo en apariencia cómodo pero que te va castigando y castigando hasta que al final caes. Rápidamente los favoritos se fueron hacia delante y yo me quede en un buen grupo con José Luis Conesa, Ángel Nicolás y  Fran Ruiz entre otros, la voz cantante la llevaba Conesa que marcaba un ritmo en el que me encontraba cómodo, poco a poco se iban quedando unidades del grupo, mis sensaciones eran difusas, me encontraba bien pero el calor se notaba, hasta que en el kilómetro 7 avive un poquillo el ritmo y pude sacar unos metros, intentando ya mantener esa intensidad hasta meta. Deseando llegar y contento de como había salido la cosa.



Con esa misma sensación escuchaba la canción Zapatero de Manolo García el domingo mientras me duchaba tras un buen entreno de bici con mí amigo Juan Carlos.



Pensando en lo bonito que había sido el finde a nivel deportivo.