Son muchos años corriendo y las costumbres para bien o para mal no suelen cambiar, he necesitado un par de entrenos a horas intempestivas para recordar el patrón habitual, cansancio, molestias e incluso algo de apatía, una vuelta, otra vuelta y otra....... de querer parar a ir entrando en calor, picando el crono cada 5 vueltas, la maquinaria se acaba engrasando y el ritmo pese a no forzar se va incrementando, el cuerpo cada vez pide más y yo simplemente me dejo llevar y sueño, el paso del tiempo también hace mella en los sueños pero no dejan de ser parecidos e imagino que dependen un poco del estado de ánimo, pueden ir desde campeonatos hasta carreras populares sin mayor revelancia que la satisfacción personal eso es lo de menos, este es el momento, las piernas pese a la euforia van pesando y hay ganas de terminar, no soy un superhombre y para terminar el último 1.000 en la pista me deja más que satisfecho. El ritmo esta bien pero puede ser mucho mayor, en esta ocasión es lo de menos, lo más gratificante es el disfrute e ilusión generada durante esos 60', quizás esta sea la auténtica droga de los corredores.
Al menos para mí esto es mucho, 60' de auténtica soledad (un lujo tener una pista de atletismo para mí solo) donde se generan muchas sensaciones y donde el mundo se para y la tranquilidad te envuelve durante un rato.
Como todo se acabo y toca volver a la vida real. Mañana más.
La makina vuelveeeeeeeeeee
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